Tres días lloviendo sin parar, sin tregua alguna. Al acabar, momentos ideales, los reflejos que dejan los restos de la tormenta son muy apetecibles para las cámaras de los fotógrafos.
Algo diferente a lo que me tienes acostumbrada y por eso lo disfruto como si comiera una golosina. Me encantan los reflejos en los charcos, aunque en Valencia llueve poco, siempre que puedo, después de llover salgo a la calle con la cámara. de pequeña lo hacía también, pero para buscar caracoles. Algunas cosas o hábitos no cambian, solo las circunstancias.
Carmela! Gracias por seguir este blog que tengo un poco olvidado y el cual tendría que potenciar mucho más. Tengo que salir un día con el paraguas y disparar mientras llueve,,,, seguro que es interesante. Un saludo Jordi Vall
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Algo diferente a lo que me tienes acostumbrada y por eso lo disfruto como si comiera una golosina. Me encantan los reflejos en los charcos, aunque en Valencia llueve poco, siempre que puedo, después de llover salgo a la calle con la cámara. de pequeña lo hacía también, pero para buscar caracoles. Algunas cosas o hábitos no cambian, solo las circunstancias.
ResponderEliminarCarmela!
EliminarGracias por seguir este blog que tengo un poco olvidado y el cual tendría que potenciar mucho más.
Tengo que salir un día con el paraguas y disparar mientras llueve,,,, seguro que es interesante.
Un saludo
Jordi Vall