Arriba y abajo, pasos de personas, tacones que suenan en la lejanía, semáforos que lucen el bucle de cada día, bufandas y gorros, calles céntricas de la ciudad, música y melodías que no cesan, adicción de escaparates, transacciones continuas, todos en busca de cumplir los deseos de los más próximos y todo ello traducido en compras comerciales.
El abuelo se detiene, observa, lee los deseos anónimos colgados en el árbol de navidad, efímeros, contradictorios con la realidad, y se pregunta: ¿Realmente la tienda de los deseos sería la más concurrida?.
De todos modos, Feliz Navidad!!!!,,,,, Esto si es gratis.
De todos modos, Feliz Navidad!!!!,,,,, Esto si es gratis.
Me encanta la fotografía del abuelo y el árbol de los deseos. Bonito reportaje fotográfico, como siempre y encantadora reflexión.
ResponderEliminarEnvueltos en unas fiestas promocionadas por malas costumbres, como las cada vez más impuestos festividades comerciales sustituyendo poco a poco a las tradicionales.
EliminarCarmela López gracias por seguir este blog!!!
Un saludo
Jordi Vall